Lucky era una gatita nacida en la calle, que quedó inválida a causa de un accidente y sufrió la crueldad de un grupo de niños que la apalearon. La recogió una chica llamada Irene, con la esperanza de poder curarla y que fuese adoptada para tener una vida feliz. Irene se puso en contacto con nosotros para reunir el dinero suficiente para poder llevarla a una clínica a que la viesen y la tratasen. Una chica que leyó la historia de la gatita ingresó una cantidad de dinero para que la llevasen al especialista. El viernes por la tarde con toda su ilusión llevó Irene a la gatita al veterinario, para que le hicieran la radiografía y vieran qué podían hacer. Por desgracia, el veterinario le dijo que aparte de la lesión de las patitas tenia tres úlceras muy avanzadas y que iba a ser imposible salvarla, seguramente debido a las palizas que recibió de los niños, y que estaba sufriendo muchísimo y que ser tan arisca iba a ser imposible intentar calmar su dolor y darle una calidad de vida suficiente, y que muy a su pesar y como gran amante de los animales le recomendó que la sacrificaran, así que al final después de pensarlo y con todo el dolor de su corazón la durmió para después sacrificarla sin sufrimiento. Tanto Irene como los miembros de la protectora queremos agradecer a todas aquellas personas que se preocuparon por Lucky. QUE DESCANSES LUCKY, ESTÉS DÓNDE ESTÉS… al menos, los últimos días de tu vida hubo una persona que se preocupó por ti y no te dejó sola un sólo momento, te dio cariño, lucho por salvarte, y finalmente, lloró tu muerte.